El Latir de un Lugar Desconocido es un autorretrato que ilustra la complejidad de conocer gente nueva. Me he representado a mí misma como un espacio habitable y proporcionó al espectador símbolos de quién soy. El espacio en sí es una representación de las casas que me rodearon durante mi crecimiento en Colombia, especialmente aquellas en los pueblos que aún conservan su estilo original. Hay símbolos dispuestos en el espacio, como el sombrero volteado (icono de la cultura Colombiana), la bandera Colombiana, el Cóndor Andino y la orquídea cattleya, que presentan directamente mi identidad cultural. Sin embargo, también hay símbolos más sutiles, como el tiempo, una radio, una manzana, la filtración del cielo sobre el primer plano, el espacio dentro del espacio y la obstrucción de la admiración completa de un área, que definen personalmente quién soy.

 

La pequeña persona dentro del corazón es la esencia de quién soy. Venir a Canadá me separó físicamente de mis raíces, pero al mismo tiempo hizo que mi conexión personal e identidad como Colombiana fueran más fuertes; la pequeña persona es la razón por la cual existe mi espacio vivo.

 

El espectador está invitado a ver y explorar las áreas dentro del espacio, pero algunas de estas áreas están ampliamente abiertas mientras que otras tienen una visibilidad limitada. A pesar de la aparente oposición dentro del espacio y la separación en tríptico de la composición en cielo, espacio/ tierra y suelo, sigue siendo parte de un solo espacio habitable.